nos hizo falta una cámara
que se bebiera las nubes
los miles de nosotros inundando las calles
y las lágrimas de algunas mujeres
cuando pasamos
cargando con la fiesta sobre los hombros
como cientos de atlas gustosos,
y en pie de guerra
los mejores cuadros se quedan aquí,
en la cabeza
en el corazón
No hay comentarios.:
Publicar un comentario