el ejemplo de la danza lo puso la muerte
ella con sus vestidos entallados
y ese meneo de caderas
que volverían loco a cualquiera
luego su coqueteo me hizo cerrar los ojos
pensando en sus labios purpúreos
no pude bailar con ella esa noche
así que me arrinconé con mi séquito emplumado
y desperté con una lanza en la mano
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