Yo no sé si esta ciudad me lleve
a mirar sus calles y su ocaso.
Toco una mujer: es bella y, a su paso,
en esta tierra tiembla, llueve,
tal vez su pecho sea el remanso
para esta mano que es de nieve.
Yo no sé. Este bajorrelieve
es el espejo en que me afianzo.
Sobran detalles: la figura es tierra
aunque refulja su carcaza. Esto soy:
el tigre que resopla tras la perra.
Estoy herido, ignoro el día de hoy,
esta ciudad cansada, inocua, yerma,
que me nombra cuando ya no soy.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario