tu mirada felina
y las confesiones estruendosas sorpresivas
de aventuras que yo no podría empezar a maquinar
dios! casi te puse un altar
te admiré la fiereza 
en verdad 
luego cuando me dejaste ver 
tu lado compasivo:
te tornaste enorme.
qué equivocado estaba admirándote a secas
a tientas
debí amarte
idolatrarte 
buscarme refugio bajo tu falda
y gritarlo gritarlo
pero me demoré
porque desapareciste de súbito
como una exhalación
como apareciste
 
 
No hay comentarios.:
Publicar un comentario